martes, 11 de mayo de 2010

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y DERECHO

La Administración de Justicia está colapsada, esta frase se viene oyendo no solo en nuestro país sino también en los vecinos, desde hace ya varias décadas y como ya decía Séneca “nada se parece tanto a la injusticia como una justicia tardía”.

Ahora bien para acelerar los procesos de justicia, conseguir adaptar rápidamente las leyes a la realidad fuertemente cambiante y juzgar los casos de una forma eficaz y eficiente, hace falta mucho más que una gran inversión pecuniaria en el Ministerio de Justicia. Necesitamos una adaptación al igual que otras administraciones a las Tecnologías de la Información al Servicio de la Justicia y por supuesto un cambio de mentalidad jurídico- tecnológica.

La inteligencia artificial que cada vez más se extiende a actividades cotidianas, tiene cabida en el mundo jurídico mediante Sistemas Expertos. Estos sistemas se pueden introducir en todas las áreas del derecho como:

- Para la recuperación inteligente de documentación jurídica: búsquedas avanzadas de jurisprudencia que introducen conocimientos.

- Hipertextuales: gestionan textos completos de forma muy similar a la mente humana.

- Legislativos: Pueden influir en tres aspectos básicos:

1. Técnica de redacción de textos normativos: Redacción automática de textos normativos.
2. Control del proceso legislativo: Capacidad para detectar las antinomias, reiteraciones y lagunas existentes.
3. Planificación del sistema legislativo en su conjunto: Permite evaluar el impacto de las nuevas normas en el sistema social.

- Para la enseñanza del Derecho: basado en un diálogo interactivo.

- Para el dictamen jurídico: Son los Sistemas Expertos más controvertidos, ya que a pesar de que no hay duda de que puedan llevar a cabo sin error alguno, decisiones jurídicas en las que se cumplen todos los requisitos marcados por la ley. No somos capaces de ceder este poder de decisión, hasta ahora exclusivo del ser humano, a las máquinas. Aunque seamos capaces de reconocer la capacidad de estas para procesar informaciones y establecer inferencias lógicas, no pueden comprender la multiplicidad de circunstancias que concurren en la conducta humana. O al menos en nuestros días no hemos sido capaces de traducirlas al lenguaje binario.

Será imposible que estos Sistemas Expertos para el dictamen jurídico sustituyan al hombre, pero constituirán una herramienta de apoyo que aportara objetividad a la decisión.

Para concluir, afirmar que la reforma de la Administración de Justicia para un funcionamiento eficaz y eficiente, queda totalmente subordinada al uso de los Sistemas Expertos existentes y los que se puedan desarrollar por juristas e ingenieros capaces de comprender su necesidad.

http://www.ieid.org/congreso/ponencias/Cuadrado%20Gamarra,%20Nuria.pdf

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